Rincones de Galicia: Castro do Facho de Donón

 ¡Hola guisantillos!
 El jueves fui de excursión hasta Cabo Home para ver el Castro do Facho de Donón, un lugar grande, verde y alto con unos acantilados preciosos; A demás hacia muy buen tiempo y el tirarse en las rocas de los acantilados para que la brisa marina te acaricie la piel es algo super... super algo, ¡super guay! Queda muy simple decirlo así, pero es lo que hay, a mi este tipo de lugares me invade con una sensación maravillosa, casi mágica. Hubo momentos en los que me sentía como en un cuento, a demás en la zona hay un montón de rocas agujereadas por la erosión, y cuentan las historias que se pueden ver hadas a través de este tipo de piedras.

 Pero antes de enseñaros las fotos y todo eso algunos se preguntarán "¿Qué demonios es un Castro?", pues es simplemente un poblado fortificado Celta. Se construían en zonas altas, las casas y los muros que protegían el poblado eran circulares y se construían con piedra, barro y paja.
 A modo de curiosidad Facho significa antorcha en gallego y Donón es una palabra celta que significa "recinto de piedra".

 Algunas fotos del paseo:










 Y ahora un par de anécdotas curiosas sobre la caminata:
 Yo que soy muy amiga de no seguir los caminos señalados en las rutas, vi un pequeño sendero que llevaba los dioses saben donde y acabamos ahí donde Jesucristo perdió la zapatilla, por lo que decidimos dar vuelta, pues queríamos ver los el castro antes del anochecer y como siguiéramos caminando acabábamos en Asturias. El caso es que en el camino de vuelta comenzamos a oír música que provenía de una formación rocosa que podíamos ver entre el follaje, en los acantilados ¡Era una gaita! O sea: Vas caminando por el monte y de repente escuchas una gaita en las rocas de los acantilados ¡era como tener banda sonora! Aunque por desgracia el camino no nos permitía acercarnos a las rocas para buscar al gaiteiro (gaitero) misterioso, que bien podría ser Bombadil. Ok, no.
 Otra anécdota curiosa es cuando intentamos subirnos a lo alto de unas rocas y el chico que iba delante de mi encontró una araña enorme que se le quedó colgada del brazo; a mi me dan pánico las arañas y empecé a golpear con un palo hacia todos los lados mientras retrocedía y acabé cayéndome sobre unos tojos como quien se tira sobre un puff. Me levanté casi más rápido de lo que me había caído y trepé las rocas más veloz que un lince. Una vez a salvo tocó revisión y quitarse las espinas de las piernas y manos ¡y sobretodo asegurarse de que la araña no estaba cerca! La verdad, ni me había percatado de que cayera sobre tojos xD

 Y nada, después de ese maravilloso día lleno a aventuras y desventuras me toca seguir con la rutina del estudiante. A ver si subo de una vez el tutorial que tengo pendiente, pero es que soy una vaga, ya lo sabéis. 
 Bueno, esto ha sido todo por hoy ¡Gracias por pasaros!
 ¡Un saludo y hasta la próxima!

Comentarios